Al
parecer los oídos sordos y la vista miope de los expertos en finanzas del
Gobierno Nacional hacen que sea más aguda la crisis económica que viven las
municipalidades, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP),
la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) y el mismo Gobierno
Regional de Loreto. Y no es por otra cosa o que sea por causa de la poca
objetividad, sino que la explicación es simple, la inercia que los hace
indolentes ante el desbalance de lo presupuestado con lo que reciben
mensualmente por asignación del canon petrolero. No son miles sino millones de
soles que se han dejado de percibir por este concepto, y con eso el panorama es
apocalíptico.
Estos
organismos del Estado peruano reciben fondos provenientes de las rentas por la
explotación del petróleo con lo que se financian los planes y proyectos. En
este caso, el gobierno nacional se sustrae de la inversión pública y de otorgar
fondos a las municipalidades, a la universidad nacional, al gobierno regional y
al IIAP, encontrando que los dineros del canon son un gran alivio, los mismos
que sirven para que el Estado peruano haga obras y presencia social en algunas
regiones y particularmente en Loreto.
Ante
el decrecimiento del precio del crudo de petróleo en el mundo, los porcentajes
para las asignaciones de estos fondos también se vinieron al suelo llevando a
situaciones críticas, con más severidad en este año, a las municipalidades de
Loreto y otros organismos beneficiarios del canon petrolero que los lleva a un
clima de desesperación.
Lo
que está claro es que estas condiciones acarrearán conflictos generados por
demandas insatisfechas de obras, servicios y personal especialmente en las
municipalidades más pobres que no tienen posibilidades de la recaudación de
ingresos directamente recaudados, es decir sus ingresos propios. Solo el Canon
y el Foncomún son los dineros que reciben para su funcionamiento, pero si éstos
no son mínimamente suficiente qué hacer. No quedará otra cosa que administrar
lo que hay: crisis y miseria,
Desde
hace algún tiempo, algunos meses atrás más exactamente, las municipalidades han
pedido al gobierno nacional intervenga con un “salvavidas” a través de fondos
de emergencia que sirvan para compensar lo que han dejado de percibir, lo que
no ha tenido respuesta por parte del Ministerio de Economía y Finanzas.
Los
presupuestos que se han estimado para este año no han podido ser financiados
porque no hay dinero, lo mismo podría suceder el 2016 es por eso que urge una
intervención sensata, sin mezquindades ni cálculos tacaños para resolver esta
situación. Es conocida esa actitud por parte de los expertos financieros del
gobierno nacional, pero ante situaciones críticas como las que se están dando
se espera una reacción positiva que libere del sometimiento centralista a la
economía de las municipalidades de Loreto.
Asimismo,
se espera una reacción sin temores de los alcaldes de esta Región para exigir
al Ejecutivo resuelva este panorama aflictivo sin más postergaciones.
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