La democracia es entendida del modo que más les interesa y le conviene a muchas personas. Comprender las cosas a nuestra manera no es una forma correcta de resolver con respeto. Lo que sucede en Trompeteros no contribuye en nada a fortalecer las bases de una conducta social, cívica y política seria. Un grupo de personas, al parecer alentados por sectores interesados, pretende ahora rechazar los resultados de la última consulta popular para la revocatoria por el solo hecho de que no favorece su voluntad.
Los protestantes que se atrincheraron en posiciones estratégicas están demandando se deje sin valor la consulta por la revocatoria contra el alcalde Wilson Rengifo, perteneciente a las bases indígenas de la zona. Piden que el Jurado Nacional de Elecciones invalide el proceso administrado por ONPE al que acusan de permitir actividades públicas en horas previas a este proceso que –según ellos- neutralizó la asistencia de los ciudadanos.
Villa Trompeteros que es la
capital del distrito está paralizado, los medios de comunicación en Iquitos han
dado atención a las denuncias de algunos pobladores que se atribuyen ser “el
pueblo” que protesta. La verdad es diferente. Las acusaciones de fraude y
corrupción contra el alcalde son simplemente eso: acusaciones, que no han
podido ser demostradas y en los medios, los periodistas –muchos- amplifican el
tema sin darse cuenta que pueden estar siendo utilizados por grupos interesados
en derribar la administración municipal. Los periodistas debemos orientar,
ponerle paños fríos y educar cívicamente a la población, liquidar el escandalette
y la protesta sorda mal intencionada.
Se habla de un “pueblo”
descontento y se dice esto de forma impropia; podría decirse que un sector
importante de la población no está de acuerdo con el resultado del NO, porque
ellos votaron por el SI. Muy sencillo, a estos vecinos no les parece bien
porque no alcanzaron ganar la posición por la que votaron. Entonces, dónde
estamos? Para qué se efectúan consultas? Para qué el Estado invierte tanto
dinero en preparar esta consulta. Lo correcto en democracia es aceptar y reconocer
las normas legales que rigen el estado de derecho en el país donde vivimos, y
en temas más prácticos aceptar la decisión de la mayoría, nos guste o no.
Hay que respetar a los demás.
De no estar de acuerdo con las reglas, debieron desistir antes de ingresar a la
consulta de revocatoria y no concurrir a las urnas. Los venezolanos el pasado
domingo nos han dado una lección de civismo: millones de ellos votaron por
Capriles, pero ganó Chávez, y reconocieron que la mayoría manda y hay que
RESPETAR.
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