De pronto me encontré entre los habitantes de Yurimaguas. Llego y me integro a la sociedad, no soy extranjero, siento que soy uno más, aunque ser de Iquitos tiene un sentido diferente entre los yurimagüinos, y en eso tienen razón ya que los iquiteños queriendo o sin querer hemos respirado el autosuficiente aire de centralistas, de mentecatos capitalinos. Nos miran como nos sentimos inconscientemente, prepotentes que hemos arrumado las aspiraciones de los altoamazonense a un plano de la postergación para dar paso a nuestro crecimiento como ciudad sin pensar en la justa aspiración de los demás pueblos loretanos.
Al llegar me imaginé que podría encontrarme con una Yurimaguas igual o inferior a esa ciudad que dejé hace 3 años. Ahora –hay que reconocerlo- la cosa es diferente, esta ciudad ha cambiado notablemente. Ahora tiene una mejor presentación urbanística. La composición de ciudad lo aleja bastante de otras localidades capitales de las provincias de la Región o el Departamento de Loreto. Esta es una ciudad, no un pueblo. Aquí tengo energía eléctrica, agua potable, telefonía tradicional y móvil las 24 horas del día. Creo que hay mejores condiciones de vida.
Pienso y hablo de una ciudad más grande pero de pronto mi amigo Abdul Vela saluda a todo el mundo con tanta familiaridad que me devuelve a la ciudad pequeña que está en crecimiento, con todos los elementales servicios en funcionamiento, con comunicaciones igual que cualquier ciudad del Perú, con una sociedad con costumbres que evolucionan y actitudes comerciales que han interesado a cada vez más instituciones financieras. Yurimaguas es otra. Siento que crece y eso está bien.
En Yurimaguas, que tiene mucha influencia indígena y una gran presencia católica hasta el punto de haber sido fundada hace 300 años (8 de diciembre de 1709) por el sacerdote católico checo Samuel Fritz, su población se amestiza a un ritmo sumamente acelerado. Los indígenas llegan a la ciudad y cada vez más acentúan su presencia y se hacen profesionales en diversas disciplinas, aunque lo cierto es que aquí cerca del 80 por ciento son egresados de las escuelas llamadas normales, pedagógicos o de la Universidad que terminan de docentes en colegios primarios o secundarios del área rural y de la misma ciudad.
El alcalde de Yurimaguas, Héctor Hidalgo Rojas es a la vez la primera autoridad de la provincia de Alto Amazonas, está logrando que los yurimagüinos vivan un gran cambio reflejado en todo lo que se ve. Por donde uno camina puede apreciarse el rastro que su obra está dejando. Su gobierno no maneja muchos recursos propios, que son los que provienen de asignaciones del canon petrolero que produce la Región Loreto cuya entrega se comparte porcentualmente con las otras provincias loretanas (tan disminuidas cada año), y con la entrega de la parte que le corresponde del Fondo de Compensación Municipal (FONCOMÚN) que reparte el gobierno nacional entre las comunas del país. El alcalde es una especie de malabarista económico que financia las obras que se observan en la ciudad y la provincia que se logran con los aportes que se obtienen a través de sus gestiones ante organismos de desarrollo de instancias mayores como son el Gobierno Regional loretano y del gobierno de Lima. Una tarea nada sencilla y por lo tanto allí radica el mérito de un gobierno exitoso.
La ciudad ahora mira su futuro con expectativas diferentes . Si bien lo que hace el alcalde de Yurimaguas ahora no es algo que puede despertar a todos a esa misma visión de desarrollo, esto se debe a los preliminares de un campaña eleccionaria que parece tendrá mucho fragor. A pesar de las mezquindades políticas de algunos, existen realidades que se imponen más allá de la ceguera, la sordera y las necedades humanas . Hace poco me encontré con la exposición que hizo un funcionario de la Autoridad Portuaria Nacional y allí se describió la proyección del desarrollo que tendrá Yurimaguas y es coincidente con el alcalde Héctor Hidalgo Rojas. La capital altoamazonense podrá desarrollarse con su puerto internacional que a decir de los expertos se comenzará a construir desde el 2011.
El complejo portuario permitirá un crecimiento social, económico y financiero con la presencia de inversionistas nacionales y extranjeros procedentes de Brasil y otros países de Asia que tendrán en la hermosa carretera que poseen los yurimagüinos que llega desde la sanmartinense Tarapoto y el proyectado puerto internacional, un punto de concentración del trabajo logístico para el movimiento entre Paita, en el Pacífico, y los clásicos puertos brasileños en el Atlántico.
Yurimaguas debe ser el eje de desarrollo del transporte multimodal donde debe incorporarse la construcción de un aeropuerto internacional acorde con el proceso de crecimiento de una ciudad deseosa de avanzar en todos los campos y disciplinas económicas.
Ahí están los ríos Huallaga, el Paranapura, el Shanusi y los valles que rodean la ciudad y conforman la provincia que ahora está en un amanecer hacia los tiempos de progreso que le cambiará el sentido a esta localidad y a sus hijos.
Al llegar me imaginé que podría encontrarme con una Yurimaguas igual o inferior a esa ciudad que dejé hace 3 años. Ahora –hay que reconocerlo- la cosa es diferente, esta ciudad ha cambiado notablemente. Ahora tiene una mejor presentación urbanística. La composición de ciudad lo aleja bastante de otras localidades capitales de las provincias de la Región o el Departamento de Loreto. Esta es una ciudad, no un pueblo. Aquí tengo energía eléctrica, agua potable, telefonía tradicional y móvil las 24 horas del día. Creo que hay mejores condiciones de vida.
Pienso y hablo de una ciudad más grande pero de pronto mi amigo Abdul Vela saluda a todo el mundo con tanta familiaridad que me devuelve a la ciudad pequeña que está en crecimiento, con todos los elementales servicios en funcionamiento, con comunicaciones igual que cualquier ciudad del Perú, con una sociedad con costumbres que evolucionan y actitudes comerciales que han interesado a cada vez más instituciones financieras. Yurimaguas es otra. Siento que crece y eso está bien.
En Yurimaguas, que tiene mucha influencia indígena y una gran presencia católica hasta el punto de haber sido fundada hace 300 años (8 de diciembre de 1709) por el sacerdote católico checo Samuel Fritz, su población se amestiza a un ritmo sumamente acelerado. Los indígenas llegan a la ciudad y cada vez más acentúan su presencia y se hacen profesionales en diversas disciplinas, aunque lo cierto es que aquí cerca del 80 por ciento son egresados de las escuelas llamadas normales, pedagógicos o de la Universidad que terminan de docentes en colegios primarios o secundarios del área rural y de la misma ciudad.
El alcalde de Yurimaguas, Héctor Hidalgo Rojas es a la vez la primera autoridad de la provincia de Alto Amazonas, está logrando que los yurimagüinos vivan un gran cambio reflejado en todo lo que se ve. Por donde uno camina puede apreciarse el rastro que su obra está dejando. Su gobierno no maneja muchos recursos propios, que son los que provienen de asignaciones del canon petrolero que produce la Región Loreto cuya entrega se comparte porcentualmente con las otras provincias loretanas (tan disminuidas cada año), y con la entrega de la parte que le corresponde del Fondo de Compensación Municipal (FONCOMÚN) que reparte el gobierno nacional entre las comunas del país. El alcalde es una especie de malabarista económico que financia las obras que se observan en la ciudad y la provincia que se logran con los aportes que se obtienen a través de sus gestiones ante organismos de desarrollo de instancias mayores como son el Gobierno Regional loretano y del gobierno de Lima. Una tarea nada sencilla y por lo tanto allí radica el mérito de un gobierno exitoso.
La ciudad ahora mira su futuro con expectativas diferentes . Si bien lo que hace el alcalde de Yurimaguas ahora no es algo que puede despertar a todos a esa misma visión de desarrollo, esto se debe a los preliminares de un campaña eleccionaria que parece tendrá mucho fragor. A pesar de las mezquindades políticas de algunos, existen realidades que se imponen más allá de la ceguera, la sordera y las necedades humanas . Hace poco me encontré con la exposición que hizo un funcionario de la Autoridad Portuaria Nacional y allí se describió la proyección del desarrollo que tendrá Yurimaguas y es coincidente con el alcalde Héctor Hidalgo Rojas. La capital altoamazonense podrá desarrollarse con su puerto internacional que a decir de los expertos se comenzará a construir desde el 2011.
El complejo portuario permitirá un crecimiento social, económico y financiero con la presencia de inversionistas nacionales y extranjeros procedentes de Brasil y otros países de Asia que tendrán en la hermosa carretera que poseen los yurimagüinos que llega desde la sanmartinense Tarapoto y el proyectado puerto internacional, un punto de concentración del trabajo logístico para el movimiento entre Paita, en el Pacífico, y los clásicos puertos brasileños en el Atlántico.
Yurimaguas debe ser el eje de desarrollo del transporte multimodal donde debe incorporarse la construcción de un aeropuerto internacional acorde con el proceso de crecimiento de una ciudad deseosa de avanzar en todos los campos y disciplinas económicas.
Ahí están los ríos Huallaga, el Paranapura, el Shanusi y los valles que rodean la ciudad y conforman la provincia que ahora está en un amanecer hacia los tiempos de progreso que le cambiará el sentido a esta localidad y a sus hijos.
Espero que no se corte.
ResponderEliminarDecía que es posible sentirse como extranjero en un pueblo emergente, sobre todo si se proviene del lugar de donde los locales quieren separarse. Es una aspiración legítima y no los convierte en antipatriotas o nada por el estilo. Es parte de su desarrollo, porque va ligado a sus aspiraciones, y es parte del soslayo que suelen afrontar de los centralismos.
No hay que olvidar que gran parte de los recursos petroleros provienen de esa provincia, ahora también del Datem del Marañón. Todo eso crea una idiosincracia que se resiente cuando no es atendida en su real medida, como deben ser todos los pueblos por más alejados que estén.
El futuro de Yurimaguas está en el puerto y su enlace multimodeal entre dos océanos. Pero dependerá de su gente, de sus profesionales que emprendan un camino al desarrollo que los vincule a esa oportunidad y no sean meros expectadores de desarrollos ajenos.
javier Medina
PD.- Oiga, cómo es eso de que el dueño del blog debe aprobar todos los comentarios. Entonces que él mismo sea quien se comente a sí mismo.
Leí en otros blogs, que gente sin ninguna educación, se dedican a insultar
ResponderEliminaren vez de comentar acerca del artículo.Y
se escudan en el ANONIMO.
Así que me parece bien que el autor apruebe los comentarios.
Una cosa es comentar el artículo otra es
derramar tu bilis contra el autor.
Si no te cae bien, entonces no leas sus
artículos.
Sé feliz, DIOS TE AMA.
Creo que Javier está equivocado. Los respetos infelizmente no se pueden dar por parte de todos los seguidores de blogs. Hace bien Raúl Herrera en efectuar una revisión de comentarios antes de publicarlos. Javier debes medir tus palabras, no seas faltoso amigo.
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