Aunque lo cierto es que a pesar de lo avanzado en las investigaciones y lo logrado en la búsqueda para ubicar la fecha de la fundación de Yurimaguas, ciudad capital de la loretana provincia de Alto Amazonas, por parte del célebre abogado yurimagüino Aristóteles Álvarez López y del estudioso sacerdote lagunino (nacido en Lagunas, río Huallaga) Carlos Murayari Amasifuén, aún queda en medio de la urbe la fuerte sensación de un clima indígena conformado en un alto porcentaje por los orígenes de sus pobladores.
Yurimaguas es ahora una ciudad que evoluciona a gran velocidad, se transforma como urbe y en sus áreas rurales se muestra diferente a otras provincias de Loreto con mejor infraestructura vial y con el servicio de la electricidad que se extiende a más caseríos, gracias a la dinámica de su gobierno municipal.
Ante este panorama, no deja de conocerse que aun siguen vigentes las tradicionales costumbres de las comunidades indígenas extendidas en la provincia. Una de ellas es la forma en que los jóvenes llegan al matrimonio con cierta formalidad en esas sociedades.
Para explicar con mayores detalles, presento la transcripción de un artículo que encontré en medio de unos apuntes que posee la Biblioteca Municipal de Yurimaguas, cuyo autor es anónimo y que esa es la causa de un nuevo trabajo de averiguaciones de mi parte porque es importante, justo y correcto dar con el propietario intelectual de esta valiosa recopilación de la historia de este pueblo.
La costumbre Cocamilla de la aprobación matrimonial
El Topoteo
El Topoteo
José Alegría, maestro que ejerció en Yurimaguas, Lagunas y Jeberos (en esta última de 1955 a 1959) cuenta que los indígenas (Cocamilla) se casan muy jóvenes. Cuando quieren vivir juntos, se reúnen las familias de la pareja y se sientan una frente a otra. El novio lleva 6 botellas quiere decir que acepta el noviazgo; si no beben entonces es rechazado.
Ocurre también que la familia de la novia puede beber el aguardiente e irse, rechazando al novio, entonces deben reponer la bebida. Cuando hay acuerdo, se acercan los más viejos de las dos familias, el primero junta las cabezas de los novios con un pequeño golpe, el segundo anciano con 2 golpes y el tercero con 3 golpes. El primer golpe es señal de amor, el segundo de comprensión y el tercero de unión eterna.
El anciano que dio el primer golpe tiene la obligación de hablarle a la pareja acerca de la cocina, el segundo de cómo remar y cuidar la casa y a la mujer, el tercero les cuenta casos de parejas que han vivido eternamente felices.
Esta es una tradición indígena, de las muchas que se dan para acontecimientos diferentes (matrimonios, celebraciones, etc.). A pesar de su número y variedad, son pocas las recopilaciones que se conocen.
Es interesante el aporte que hace Raúl Herrera a la cultura y la difusión de temas tan interesantes como algunas curiosas costumbres indígenas amazónicos.
ResponderEliminarMe interesaría mucho que nos mostraras las demás costumbres de los indígenas
ResponderEliminarya que no tenemos mayor información acerca de la selva maravillosa.
no me gusta
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