2/1/08

SE INICIA EL NEGOCIO DE LA REVOCATORIA

La revocatoria manchada por malos ciudadanos

Con la puesta a la venta de los kits de revocatorias, se ha iniciado el negocio de aprendices de políticos, mercaderes y manipuladores de la opinión pública y de vivazos metidos al chantaje y la extorsión que se hace a los gobernantes de turno. Ahora la venta de los famosos paquetitos conteniendo material electoral para retirar el mandato otorgado a alcaldes, regidores, presidentes regionales y consejeros, ya no se hará solamente en Lima sino que se podrán comprar aquí en Iquitos.

El famoso instrumento es un paquete que contiene 13 elementos lo vende la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), tiene un valor de 76,93 nuevos soles (0.0219 % de una UIT) en Lima y de 82,13 nuevos soles (0.0234% de una UIT) en Iquitos. Una cómoda inversión para “apretar” el bolsillo de las autoridades elegidas el 9 de noviembre de 2006.

Ya hemos sido testigos en otras oportunidades de la forma tan mezquina e irresponsable como se instrumentó la norma legal para mantener en jaque a las autoridades locales y regionales. Si bien un mal gobierno creaba descontento en medio de la población, no es menos cierto que avivaba el ánimo del dinero mal habido entre malos “dirigentes populares” que encontraban la oportunidad para presionar mediante el chantaje de la revocatoria a quienes por su descuido o incapacidad de gobernar caminan casi siempre sobre la línea del desafuero.

En Loreto particularmente, hemos sido conocedores de más de un alcalde con pésimas conducciones que merecían ser revocados, con concejo y todo, pero que al final llegado los últimos momentos para el cierre del plazo, las listas de adherentes de caliente pasaron a hielo por la magia de birlibirloque y obviamente también por la calidez del bolsillo de la extorsionada autoridad que se sometía a un pago para evitar la presentación de los tan voceados kits de revocatoria.

Toda la payasada de adquirir kits de revocatorias, recopilación de firmas de adhesión y la vergonzosa utilización del pueblo para alimentar sus fines non santos, es un proceso que comienza a activarse ante los ojos pasivos de la sociedad civil en nuestra región.

Ya son bastante conocidas estas personas que viven de la manipulación y la extorsión, que sus voces como en otras veces cansonas, se sienten levantadas pidiendo la revocatoria. Para buscar una razón y entender lo que aquí digo hágase nada más la revisión de los antecedentes que están llevando a una decisión de promover revocatorias. Muchos de los llamados dirigentes populares que hoy pregonan el grito de revocatoria, han recibido negativas de parte de las autoridades en las “negociaciones” para el “manejo de las masas populares” en zonas de asentamientos humanos y esa negativa es la causa de la desgracia de los gobernantes. La maldición de estos sujetos explotó al punto de que en ese mismo instante juraron ataque despiadado a la gestión que no se dejó someter a sus deseos económicos.

Como se sabe, la consulta popular de revocatoria es el derecho de control que tienen los ciudadanos para destituir de sus cargos a autoridades regionales y municipales, tales como: presidentes, vicepresidentes, consejeros regionales, alcaldes, regidores (provinciales y distritales) y magistrados que provengan de elección popular.

Este argumento otorga a los malos ciudadanos un arma contundente con la que amenazan a las autoridades, las advierten que recogerán las firmas de los vecinos “que rechazan su gobierno municipal” para que en la consulta popular sean revocadas. En otras palabras utilizan el puñal o el revólver de la revocatoria para hacer la vida imposible a los gobernantes.

Esta tropelía, esta instrumentación de la población es un abuso que debe detenerse. Buscar los mecanismos para que esta situación sea impedida es una tarea importante que debe darse desde el Congreso de la República, donde dicho sea de paso se legisla únicamente para los intereses de unos cuantos que ocupan curules, los mismos que no tienen amenazas mínimas de revocatoria.

Mientras eso no suceda tendremos a malos ciudadanos pregonando revocatorias, no a favor del pueblo que sería lo ideal, sino en pro de sus bolsillos, tal como lo hacen algunos medios de comunicación y personajes que laboran en ellos que aprovechan la circunstancia para ganarse mucho, pero mucho dinero.

Esta figura sin embargo no debe desacreditar el desencanto de electores de cualquier jurisdicción de nuestra región, a causa de cualquier mal gobierno al que por el camino correcto se lo deba llegar a un nuevo ajusticiamiento del pueblo a través del voto que se dé en la consulta popular.