11/1/08

EL AMAZONAS: ARGUMENTOS DE BELLEZA

Imponente nacimiento del Amazonas. Al lado izquierdo
el Marañón, al derecho el Ucayali y adelante
el monarca de los ríos.(Foto: Raúl Herrera)

Hace unos meses me ocupé de la importancia social, política, turística y por ende económica que tiene la postulación del río Amazonas como una de “Las 7 Maravillas Naturales del Mundo”. Aplaudí el tremendo esfuerzo que se hace desde el lado de los organismos de gobierno y la importancia de la tarea que se deba cumplir ahora mismo en el propósito de promocionar entre los peruanos el voto de respaldo y soporte para ubicar a nuestra maravilla natural entre las 7 más votadas del planeta.

La tarea no es poca cosa. No hace mucho conversé con el presidente regional de Loreto, Iván Vásquez Valera, quien exclamó su preocupación por hacer que loretanos y peruanos nos identifiquemos con la famosa votación electrónica. No es nada fácil. Porqué?, sencillamente por la repercusión y el enorme beneficio que esta condición acarreará para la Amazonía en general y particularmente en Loreto. Con una eventual elección como maravilla del mundo, el Amazonas será visitado con mayor frecuencia y el número de turistas se elevará de manera geométrica beneficiando a la población de Loreto en particular y al Perú en general.

El Amazonas es una belleza, es un enigma, es riqueza, es color y es leyenda que comienza desde el descubrimiento de los orígenes de su mismo nombre. Se discute mucho sobre eso. Para esto extraigo un pasaje legendario de su génesis más salvaje y no por esto menos atractivo que encontré en “Espiando el futuro”, el libro del periodista Enrique Rodríguez Morales.

“Dicen los cronistas que los exploradores europeos que llegaban a la selva baja del Perú en busca de El Dorado, la perdida ciudad de oro, fueron atacados en las cercanías de la nación de los Iquito por un ejército de bellas mujeres, que recordaban a las guerreras amazonas de la mitología griega.

Según los relatos, esta tribu de mujeres semidesnudas y de largos cabellos negros, se mutilaban un seno para manejar, con mayor comodidad el arco y la lanza. Diestras en el arte militar lanzaban devastadores ataques y en pocos minutos lograban diezmar a sus enemigos. Su prestigio las hizo temibles entre los conquistadores.

Nace el mito, los relatos cuentan que luego de las batallas, los heridos eran recogidos por las Amazonas, quienes luego de cuidar y curar sus heridas, los utilizaban sexualmente en largas noches de amor hasta quedar embarazadas. Logrado el objetivo reproductivo, el prisionero era eliminado. Durante el alumbramiento sucedía lo mismo: si la criatura era mujer sobrevivía, si era hombre también era eliminado.”

Relato de crueldad y belleza emergido de la mitología y de la historia, una fusión extraordinaria que sirve de atracción al más mínimo curioso de la geografía o del pasado. Y es que esta narración se ubica en el contexto de un escenario sin igual que envuelve color, dimensión, flora, fauna, paraíso, agua, sol y tantos elementos que de por sí maravillan.

Este importante río-mar que registra 7,872 kilómetros de largo nace en los altos nevados del sur, en la sierra arequipeña en la cordillera de los Andes. Esta maravilla es extraordinaria. La superficie de la Hoya del Amazonas es de aproximadamente seis millones y medio de kilómetros cuadrados, que convierte a la Amazonía en el sistema fluvial más extenso del mundo. Para tener una idea de lo que decimos mencionemos nada más que la cuenca del Amazonas es el doble de la del río Misisipi y en ella alcanzan las cuatro quintas partes de Europa. Sorprendentemente inmenso.

Es una verdadera maravilla porque su extensión hace que el sistema fluvial del Amazonas ofrezca posibilidades de navegación interior de más de 20 mil millas náuticas, lo que equivale a dar la vuelta al planeta sobre la línea ecuatorial de casi 21,600 millas. Fantástico.

Lo que aquí se explica es parte de un argumento mínimo que se puede ofrecer para que cualquier ciudadano del Perú tenga que “apostar” gratuitamente mediante el voto electrónico (mediante Internet), para hacer que el Amazonas sea una de las 7 maravillas naturales que el mundo tiene. Por eso me parece sensata la palabra del presidente Vásquez Valera, quien asumió una participación más calida y decidida en el tema, en el propósito de buscar que seamos más los peruanos en el Perú y también el mundo, los que votemos por el Amazonas.

Argumentos sobran para decir a los cuatro vientos lo sorprendente que es el monarca de los ríos. En el territorio peruano, su sistema tiene 10 mil kilómetros navegables. Unas 5 mil 400 millas náuticas, que representa la distancia que existe entre el Callao y Alaska o de la línea ecuatorial al Polo Norte.

Miles de ríos de todas las regiones del Perú, con un sinnúmero de afluentes entregan aguas al llamado río mar; desde los nevados arequipeños y el Callejón de Huaylas hasta los pequeños aguajales de los llanos amazónicos.

Cómo no reconocer la maravilla que es el Amazonas, si es el río más potente del planeta y descarga en su desembocadura 12 mil 860 litros por segundo. El flujo de sus aguas es de 7 millones 500 mil pies cúbicos por segundo.

El agua que el Amazonas arroja al océano Atlántico representa el 13 por ciento de lo que tributan todos los ríos de la tierra al mar. Una bendición de Dios que ofrece una belleza increíble y que el mundo entero debe reconocer.

Más allá de sus características y virtudes hidrográficas, está su belleza paisajista, el contenido de su extraordinaria biodiversidad. Su encanto natural manifiesto en la virginidad amazónica descrita en la poesía de las canciones de Ricardo Arjona y de otros poetas del mundo.

La idea de la postulación es realmente importante, se fija en su repercusión social, económica y política. Esto permitirá identificar o relacionar al monarca de los ríos con el Perú, que sin duda es un país amazónico. Y en esta tarea no deben haber solitarios luchadores, la labor es de todos. Cada uno de nosotros los peruanos debemos ser propagandistas y votantes, gobernantes, gobernados y particularmente los empresarios, especialmente los turísticos que directamente serán beneficiados con el éxito que se pueda logran con la elección de nuestro río como una de las siete maravillas naturales del mundo.

Notas y referencias: ESPIANDO EL FUTURO, Enrique Rodríguez Morales, 2000