Ha concluido en Seúl uno de
los Foros llamados a constituirse en uno de los más importantes que tenga el
Mundo en el propósito de mejorar sus condiciones de vida y fundamentalmente de
preservar un recurso tan valioso como el agua. Llegaron al encuentro en Corea
representantes de los países miembros de este Foro como Camboya, Vietnam y Perú,
representado por comisionados de la municipalidad de Maynas, los que sumados a
los anfitriones discutieron las necesidades de implementar acciones de serena
contingencia ante las amenazas de contaminación de las aguas fluviales y otras condiciones de riesgo para el
equilibrio de la ecología.
La ausencia de Estados
Unidos por razones políticas de coyuntura fue cubierta por la presencia de
representantes de Rusia, de la ciudad de Volzhsky ubicada a orillas del río
Volga y de la misma representación nacional del Ministerio de Asuntos Internos.
Invitados y miembros del foro razonaron sobre la necesidad de mejorar las
condiciones de vida de quienes habitan a orillas de los ríos más importantes
del planeta, una coincidencia valiosa en momentos que se siente que lo que aparentemente
es un recurso abundante puede someterse a las severidades de un mal trato que
lo daña poniendo en riesgo su integridad.
La suerte de asistir a este
centro de conversaciones, fue sin duda una oportunidad para que como
comunicador haya podido expresar que las aguas están firmemente ligadas a
nuestra vida, que son parte de nuestra cosmovisión cada vez más occidentalizada
pero que no esconde sus orígenes entre los que se encuentran nuestras leyendas,
historias, costumbres y hábitos. Las aguas fluviales para nosotros son la
construcción de nuestros pueblos desde los tiempos puramente nativos pasando
por la colonización y evangelización hispana, el boom de la explotación
cauchera y hasta nuestros tiempos. Todo se liga al agua como las leyendas del
yacuruna, el barco fantasma, la enigmática belleza de las sirenas y otras
tantas que los jóvenes poco conocen y que quienes contamos algunos años y que
hemos caminado algo más podemos comentar con ciertos detalles.
Los daños que causan a
nuestras cuencas por derrames de crudo de petróleo y de aguas saladas que se
emplean en los procesos exploratorios de hidrocarburos, por la aplicación de
elementos químicos en el clandestino trabajo minero aurífero en nuestros ríos y
otros son elementos que deben ser advertidos con mayor seriedad por las
instituciones responsables y sus conductores. Atender estas condiciones se hacen
necesarias, una especie de prevención a lo que se puede venir.
En el Foro de Corea,
realizado en una pequeña ciudad como Hwacheon de tan solo 25 mil habitantes que
ha ganado espacio en el mundo por la convocatoria turística anual para sus
festejos de pesca invernales, nos manifiesta la tremenda preocupación que
tienen algunas personas en el mundo por la continuidad vital de la humanidad.
Los que aquí han tomado parte en las discusiones y las propuestas no son de países
donde escasean las aguas de los ríos, sino que son de lugares con similares
características que las que tenemos en la Amazonía peruana que proyectan sus
pensamientos a un futuro donde la agresión podría presentar una secuela
devastadora y de terror en la humanidad.
Los expositores de algunos
países y del mismo Corea en este Foro han presentado sus vivencias entre las
que se encuentran las experiencias exitosas del funcionamiento de represas, las
mismas que estuvieron bien argumentadas y a la vez con demostraciones de éxito.
Pero en su momento el catedrático puneño Abel Edmundo de la Vega Machicao de la
Universidad Nacional del Altiplano, Puno, cuestionó el proyecto de Inambary del
Perú indicando que podría ser letal para la existencia de pueblos asentados en
territorio peruano y que más bien beneficiará a Brasil, financista de las
obras. El desastre ecológico sería bárbaro, arrasando pueblos asentados a las
orillas de los ríos y sometiendo a la muerte a miles de personas, además de
otros lamentables efectos. Ahí se explicó que lo mismo podría haber sucedido en
la Amazonía Nor Oriental con las tan famosas obras del trasbasse que nos ocupó
el año pasado. Parecidos los temas y los países pero tan diferentes en sus
efectos.
En Loreto y en la Amazonía
del Perú aun gozamos del privilegio de la generosidad de la naturaleza pero
podría darse -algo que jamás quisiéramos- un desastre provocado más por los
seres humanos que la habitamos que por la misma naturaleza con lo que se podría
traer por los suelos todo proyecto de desarrollo sustentable con nuestros
recursos naturales entre ellos el agua.
La economía de nuestra
Amazonía continental, si es que hablamos con mayor propiedad, se basa en lo que
la naturaleza nos ha entregado. Los recursos que disponemos permiten el manejo
de la variedad de opciones para las actividades turísticas, industriales y comerciales.
Ahí están nuestros lagos, nuestros ríos que nos ofrecen esa posibilidad.
Crear conciencia entre
nosotros no es una tarea sencilla, más aún que hemos descuidado la educación de
preservación y el cuidado a los recursos naturales. Todo nos parece abundante y
finito, suponemos sin pensarlo que lo que está tan fácilmente y a nuestro
alcance nunca podrá terminarse. Propuestas de este tipo, discusiones y foros
que han generado una inversión del gobierno coreano a través de este Municipio
pequeño, merecen el respeto y la atención para ser tomado como ejemplo, ya que
en nuestras experiencias ellos encuentran el alma para sustentar propuestas que
generen restauración y prevención.
Más allá de lo andado en
este país, Corea nos ha dado una vez más la oportunidad de entender que la
naturaleza es un fundamento de vida y el agua es tan importante como el aire
que respiramos. Aquí en estos avatares nos encontramos con uno de los ilustres
sabios de este país, Kyun-Soo Chun, célebre catedrático de la Universidad
Nacional de Seoul, anfitriona final de este encuentro académico, quien con sus
clásicas arengas a toda voz dijo que “sin ríos no hay vida…”.
Estimado Raúl:
ResponderEliminarFue un gusto conocerte y compartir las jornadas de trabajo en el “2012 Hwacheon River Culture Forum” realizado en el Municipio de Hwacheon y la Universidad Nacional de Seoul (Corea del Sur).
Estoy de acuerdo contigo en destacar la trascendencia que tienen este evento, ya que constituye un espacio de convergencia tanto de académicos como de políticos para el intercambio de experiencias y puntos de vista respecto a la gestión de los recursos hídricos y su rol en las políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo de países y regiones, reconociendo al agua, además de su obvia naturaleza vital, su inmenso valor como recurso económico pero también como referente cultural en los diversos pueblos del mundo. Por ello las distintas exposiciones que se presentaron nos ofrecieron un panorama muy amplio y contrastante sobre los usos y significados que tiene el agua, especialmente de los ríos, en culturas y sociedades tan diversas como Corea, China, Rusia, Japón, Perú, Vietnam y Camboya.
En cuanto a mi participación, agradezco la reseña, pero sin embargo debo precisar que mi ponencia no tiene la posicione extremadamente crítica que le has atribuido. En una primera parte presento un panorama general sobre el contexto energético del Perú y Brasil y el ambiente económico y político en el que se propuso el proyecto de construcción de la Central Hidroeléctrica del Inambari (CHI). Luego describo las características técnicas de la central evaluando los impactos positivos y negativos que tendría su eventual construcción, tanto en términos económicos como sociales y medioambientales. Finalmente concluyo que tras la suspensión de la Concesión Temporal otorgada a EGASUR, las instituciones del Estado y la sociedad civil y los peruanos en su conjunto tenemos un tiempo muy valioso para abordar el tema de la CHI y discutirlo seriamente en cuanto a sus virtudes y defectos pero contextualizando la temática en términos de la política económica, energética, social, cultural y ambiental del país; los derechos y también las responsabilidades de las poblaciones a ser consultadas respecto a los proyectos que las afecten; el cuidado y la protección del medio ambiente, pero no solo dentro del ámbito del proyecto sino en términos de su impacto en la subcuenca del Madeira y de la cuenca entera del Amazonas. Esta discusión deberá también tener como trasfondo la necesaria y urgente reflexión que debemos hacer sobre las visiones y versiones del desarrollo que conviven y se enfrentan en el Perú actual. En tal sentido no solo es analizar y elegir modelos de desarrollo sino fundamentalmente reflexionar sobre el paradigma de desarrollo que queremos que nos guié.
Espero continuar con nuestras amenas charlas, pero esta vez me gustaría que fuera a orillas del Amazonas o del Titicaca.
Un abrazo desde Puno
Edmundo De la Vega M.