17/3/08

CHARLES ZEVALLOS: LA SIMPLEZA DEL FENÓMENO

Charles es un fenómeno de la política?

Charles Mayer Zevallos Eyzaguirre, sin duda es parte de la historia de la capital loretana. Es el fenómeno de la política, es la expresión típica de nuestra sociedad civil en Iquitos, de un vecindario que apoya el pragmatismo, la simplicidad y ve en su figura, nada complicada, a la persona que puede ser depositaria de su confianza, de su mandato.

Quién se imaginaría que el pelirrojo, blanco casi colorado, de ojos claros, de arranques impensados, de apariencia de chico bien podría trepar tan velozmente y que en un corto tiempo podría ponerse a tiro de la alcaldía de la ciudad más importante de la amazonía peruana.

Charles Zevallos es un fenómeno en esta sociedad iquiteña. Desenfundado, de hablar irreverente, de sonrisa sarcástica y de respuesta fácil, atrevida, punzante y desafiante. Como diciendo que quien no la debe no la teme, se ha ganado la simpatía y así también el enfado de sus opositores.

Con él se han chocado como que se encuentran con la horma de su zapato, algunos periodistas que se oponían a su gestión como alcalde de Punchana y que constantemente hacían de Charles su campo de críticas y finalmente frente a él terminaron como “palo de loro”, en razón al sarcasmo de su estilo simplón y respondón.

Charles frente a cualquier expectativa que se había fijado sobre su gobierno municipal en el distrito de Punchana, culminó su gestión con resultados altamente positivos. Su distrito le debe la urbe, la belleza, el orden que hoy tiene. Terco, porfiado y tenaz buscador de resultados en gestiones –tocaba puertas por ayuda porque no tenía dinero- ante organismos estatales y otros cooperantes nacionales y extranjeros, logró resultados que nadie olvida y quizá no habrá alcalde que supere.

En las pasadas elecciones municipales, después del increíble castigo electoral recibido cuando buscó la reelección en su distrito, ciertamente injusto porque había hecho un buen gobierno, encaró la lucha por el sillón del alcalde de Maynas. En poco tiempo de campaña y en medio de tantas zancadillas que le tendieron para dejarlo fuera de carrera, estuvo a punto de ganar las elecciones, pisó los talones y angustió hasta la desesperación a quien ahora es alcalde de Iquitos, Salomón Abensur, que cumplía su sexto año de campaña electoral.

Charles es un fenómeno, muestra su carácter y su temple. Algunos lo califican de informal por el uso de palabras nada rebuscadas y al contrario demasiadas sencillas. Quienes lo conocen no niegan su temperamento para encarar los asuntos municipales y personales. No faltará alguien por ahí que niegue estás condiciones y busque aflorar los recuerdos de su injusto encarcelamiento a causa de errados procesos judiciales, pero su valor de ponerle la cara al asunto nadie lo podrá ocultar. No se corrió de las acusaciones, se puso a derecho y salió libre de toda culpa. Ese quizá es un punto que para algunos abona en su contra, el haber pisado cárcel, pero para sus seguidores es una muestra de su entereza, de honestidad y reconfirmación de su honradez.

Aunque estemos lejos de cualquier tipo de elecciones municipales, Charles Zevallos continúa trabajando silenciosamente, sin mucho dinero para aspavientos, sin relojes ni joyas que lanzar entre la multitud de sus mítines en correspondencia a los aplausos y simpatía que recibe de sus seguidores, pero eso si con mucha peculiaridad.

Hay algunos que dicen por él que cuenta con el auspicio del actual alcalde Salomón Abensur, su mayor adversario político, sorprendente apreciación pero que tiene la explicación en el mal gobierno que viene llevando lo que no hace otra cosa que facilitar o allanar el camino escogido por el colorado Charles Mayer Zevallos Eyzaguirre.