3/7/07

BOBO LORETANO:CONSTRUYO LA AMAZONIA

A poco de terminar el año pasado falleció en Hollywood Norte, en Los Angeles, Estados Unidos, el arqueólogo culinario étnico Nicholas Panetone, más conocido como Nick Paine, vinculado a la investigación de la cocina amazónica desde hace casi 10 años.

Recientemente, en septiembre del 2006 concluyó su visita anual de tres meses a Iquitos en la que recogió abundante material de las comunidades indígenas para documentales, que nunca serán transmitidos.

Nick Paine, estuvo casado con la ciudadana peruana, nacida en Loreto, Matilde Tananta, con quien deja dos hijos. Se hacía llamar el bobo loretano”, por el profundo cariño que sentía por esta nuestra tierra. Nick explicaba el apelativo de “bobo” al hecho de que se autodenominaba tonto o como él llamaba “mongolo”, término criollo con que se conoce al “menos vivo” al sonso; pero sin embargo Nick explicaba que también lo de “bobo” significa corazón…corazón loretano. Para esto desarrolló especiales esfuerzos, es decir buscaba que se le reconociera como el bobo loretano.

Nick Paine, ha empleado muchísimo dinero en la producción de programas documentales sobre las comidas más ancestrales y las más de ellas escondidas en el recuerdo de las tribus de las comunidades indígenas de la Amazonía. Siempre llegaba con algo en las manos para compartir y dejar a favor del desarrollo de sus amigos nativos de toda la selva. Hizo reportajes verdaderamente sorprendentes sobre la forma cómo se preparan los alimentos en las etnias de esta selva. Incluso caminó muchas horas en la región Ucayali llegando a una comunidad Shipiba para comprobar y mostrar la curiosa forma cómo se prepara el masato (nuestra típica bebida de yuca molida y típicamente masticada). Fue una persona con una simpatía incomparable.

Nick Paine nació hace casi 50 años en Canadá. En sus andanzas arqueológicas de la culinaria encontró la tumba de un familiar que fue uno de los pioneros de las misiones cristianas católicas en la Amazonía: Leoncio Panetone. Por los restos de este sacerdote sepultado en Indiana, Nick Paine hizo y sufrió muchísimo debido a que algunos malos peruanos se aprovecharon de su generosidad para estafarlo, especialmente cuando estuvo en el ex leprosorio de San Pablo, donde había comprado una casa muy grande sobre una tremenda extensión de terreno que destinó a fines de ayuda social. Pero eso para él quedó en el doloroso recuerdo.

Nick Paine, “el bobo loretano”, ha producido para Iquitos cuando menos 36 documentales (programas de una hora de duración) que los regaló a la televisión loretana. Sin cobrar un centavo entregó una colección de extraordinarios programas de la culinaria étnica amazónica como aporte a la cultura de nuestro pueblo y el mundo. En estas presentaciones televisivas acompañaba la preparación, explicaba cómo es que se procesaba y hasta degustaba potajes que las familias indígenas de nuestra selva preparaban para mostrar las artes de su cocina ancestral con serpientes, gusanos e insectos de los más sorprendentemente exóticos e increíbles.

Este trabajo aplaudido por muchos y criticado por los poquisimos que se oponían a la muestra ante cámaras del sacrificio de especies en extinción que los índígenas utilizan en su alimentación, no fue jamás un obstáculo para ofrecer al mundo entero las riquezas culinarias que ni los propios amazónicos conocíamos. Es decir siempre se identificó con los avatares de nuestra culinaria por cuya afición dejó otros predios en otras latitudes del mundo donde ya había hecho trabajos similares como en Grecia, Japón y Africa.


Nicolás como simplemente le conocían sus amigos, deja en sus estudios de North Hollywood, miles de horas de vídeos sin editar que él esperaba procesar entre éste y el próximo año para presentarlos en colecciones de documentales doblados en varios idiomas en las ferias especializadas en Estados Unidos y Europa donde concurren las grandes cadenas de televisión difusoras de estos temas, pero todo eso quedó solamente en proyecto; en el monumento de la historia, será un recuerdo.

Ha muerto Nick Paine, un ataque al corazón acabó con sus días de pasión y entrega desenfrenada a la selva. Decía en sus documentales que dejó el rock metálico donde manejaba las cuerdas de una guitarra, pertenecía a un afamado grupo estadounidense, para entregarse a un nuevo mundo: el de la Amazonía y su gente, que ya lo extraña con su clásica figura espigada, crecidas barba y cabellera, sonrisa permanente y una mirada con sus ojos celestes llena de amistad.

Nick Paine construyó la Amazonía a través del descubrimiento ante el mundo de una imagen desconocida -por muchos de nosotros- de riqueza culinaria indigena y de nuestra cultura. Es otro de esos prohombres no nacidos en esta tierra que con su trabajo aportó al nombre del Perú amazónico.

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